domingo, 23 de noviembre de 2008

400 gramos de autoestima



Me aterra en gran manera ver como las aspiraciones de todos han sucumbido a límites impuestos por sus creadores. No me gusta creer que puedo llegar hasta cierto punto sin continuar. Tampoco me imagino que mi meta sea el infinito y creo que muy pocos anhelan a ello. Se puede decir que somos unos conformistas en toda su regla. No quiero decir que nos conformamos con lo que tenemos. Está claro, siempre deseamos más y más. No obstante ese “más” tiene un menos, un límite. ¿Un límite impuesto por quien? - preguntareis. Por nosotros mismos y por los demás – afirmaré yo. Pecaré en generalizar, pero es que últimamente observo a muchos que solo quieren ser uno más, ser del montón. Bien por ellos, no soy yo quien para quitarle su albedrío. Lo que no me parece bien es que con todas las posibilidades y oportunidades que se nos ofrecen muchos las desperdicien como si nada. Hay gente que vendería su alma (si la tienen) para vivir en las condiciones que vivimos muchos de nosotros. En mi opinión, todo esto se debe a que nuestra autoestima se ha reducido al mínimo. A ras del suelo o inclusive bajo tierra.
¿Autoestima? ¿Qué es eso? - Preguntará alguno.
Y nadie sabrá responder porque inclusive aquellos que tenían la han perdido. Arrebatada, quitada, arrancada, tomada, extraída, saqueada y despojada.
¿Por quién? - preguntará un despistado.
Por nosotros; por multinacionales, que pagan millones a una modelo que sufre anorexia, para que salga desnuda vendiendo un perfume; por un afortunado que gana el Euromillón; por empresarios que se pasean en sus yates; por Mr. y Miss Universo; por el miedo; por nuestros fracasos etc. etc. etc... Sé que nuestra sociedad es una mierda. Una jungla donde solo sobrevive el más hijo de puta, donde el hombre es un lobo para el hombre. Pero señoras y señores, tenemos que querernos un poco más. Si no lo hacemos nosotros mismos ¿acaso lo va hacer otro? Rompamos todos los esquemas. Si todos cumplieran con sus más altas aspiraciones aquel mundo del más fuerte sucumbiría. Eso tenerlo por seguro. Pongamos nuestras metas en las estrellas. Todo es posible, puede que no sea fácil pero si posible. No seamos como aquellos que se conforman con seguir mirando sombras en una pared, con miedo de girar la cabeza y atados por la eternidad.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

CHANGE


Hace ya 45 años que un hombre tuvo un sueño. Hoy ese sueño ya no solo son las esperanzas de muchos, sino toda una realidad. Puede que para algunas personas no signifique nada, pero para muchos estadounidenses (o no) es un hito en la historia que cambiará nuestra sociedad para siempre. No es únicamente que un hombre de raza negra vaya a ocupar la Casa Blanca. Es el final de años de desigualdades, el cumplimiento del sueño americano, el derrocamiento de muchos prejuicios en "el país más libre del mundo", es el comienzo de un cambio. Lo sé, España no es EEUU, pero a mí también me jode reconocer que gringolandia es el ombligo del mundo. No me gusta que nuestro futuro este marcado por un país que no me agrada en absoluto. No me gustó ver como las decisiones del señor Bush tenían sus consecuencias no solo en su país, sino en el de todos. Y es que en una patria inexistente, donde todos han sido inmigrantes, donde algunos han olvidado que sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos venían de Inglaterra, Irlanda, Polonia, Alemania etc. En un país donde el racismo es pan de cada día, que un hombre hijo de inmigrantes, de raza negra y orígenes muy humildes haya sido el electo presidente. Un hombre ha unido miles de votantes, blancos, inmigrantes, negros, homosexuales, heterosexuales, discapacitados, no discapacitados… bajo una sola voz. Este hecho me llena los ojos de esperanza, hacia un futuro donde "en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad". Me gusta pensar que el cambio será en el mundo, me gusta creer que muchos políticos tomaran su ejemplo. Aunque os soy sincero, también me preocupan aquellos que les gusta apagar las voces con balas. Los que no están a favor de los cambios, los que aun creen que los gobernará una raza inferior, aquellos que su negocio es la guerra y el pánico. Pero no debemos temer, eso es lo que quieren. Si un irlandés, católico y blanco, no les gusto para nada, y los quitaron de en medio, el señor Obama será para ellos una aberración. No obstante, yo soy optimista, se que pase lo que pase, Obama...
YES YOU CAN!

martes, 7 de octubre de 2008

Reunión de C.A.


Bienvenidos a Consumidores Anónimos. Si eres un adicto a las rebajas, a los anuncios de televisión, a los catálogos, a comprar cosas que realmente no necesitas, este es el lugar que buscabas. Enciendes la televisión, navegas por Internet, en cualquier sitio, lo único que ves es publicidad, es una de las cosas que mueve actualmente el mundo. ¿Acaso no has pensado en que gastar el dinero si aun tenerlo? Siempre tenemos algo material en nuestra mente que desearíamos tener en nuestras manos. Tendemos a desear las cosas más costosas; ropa, artículos en general, coches, casas, vidas en particular ... Por este motivo somos cada día más materialistas, por esto cada día nos importa más las apariencias. Es un círculo vicioso en el cual nos vemos sumergidos completamente y que cada vez va a peor.

No queremos lo normal, lo asequible. Todo lo contrario. El ser humano siempre se orienta hacia lo inalcanzable, puede que por este motivo hemos sobrevivido muchos años. Está en la naturaleza humana querer ser el jefe de la tribu mediante bienes materiales que reflejen nuestra cómoda situación económica, que proyecten nuestra superioridad ante los otros miembros de la tribu. Todos sabemos lo que hay. Son muy pocos los seres libres que no han sido cautivados por el sistema capitalista. Aquellos seres que tienen una camiseta de hace 20 años y que aun la llevan porque aun sirve (no para ir a la moda, claro), seres que se la suda un cocodrilo, un tío jugando a polo, banderas y otros iconos inventados. Lo confieso, soy un consumidor desaforado. ¿Quién no lo es? Sí, soy adicto a gastar dinero. Mis ojos se iluminan en frente de un escaparate, ante las nuevas temporadas, las marcas me atraen pero mi cartera tira de mí. No tengo la culpa. Tal vez sea parte de mi generación. Aquella que ha crecido cantando anuncios, que quiere ser "guay", que pasa de ahorrar y prefiere gastarlo todo cuanto antes. Puede que sea una maldición, pero ya lo decía Brad Pitt: “Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del Rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados.” Esta escrito, para que negarlo. Somos aquellos que convertiremos nuestra casa en un catálogo viviente de Ikea.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¡Circus Maximus!


En algún apartado rincón del universo, desperdigado en innumerables sistemas solares centelleantes, hubo una vez un astro en el que animales astutos inventaron el conocer. Fue el minuto más soberbio y más mentiroso de la “historia universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto.

Con leer estas líneas, me queda en entre dicho si Nietzsche era solo un sublime filósofo, un filólogo excelente o un majestuoso vidente. En estos días en que todo queda en duda por los científicos. En estos nuestros últimos días, después de largos y duros años de trabajo de miles de científicos, ha nacido El Gran Colisionador de Hadrones. Un nombre imponente y que despierta gran expectación. Un nombre que abarca millones de preguntas y que según quienes “saben” de esto también respuesta a muchas de esas incógnitas. ¿De dónde venimos? ¿Porque somos? ¿Quién nos creó?. Es que claro. Estas preguntas siempre están en nuestra mente. Mientras trabajamos, vemos la televisión, navegamos por Internet, vamos al gimnasio, en todo momento, en todo lugar. Son preguntas que nos impiden vivir la vida, sentir la brisa, divertirnos, dormir, comer, etc. No nos preocupemos por el 1.700.000 de los menores de 16 años que viven en este país y que se encuentran en situación de pobreza moderada. Si. Señores/as, no hace falta irse a África. Somos animales astutos que giramos la cabeza al ver los 1500 millones de personas en el mundo sufren de hambre. Nos hacemos los ciegos, sordos y mudos en frente de 1.200 millones de nuestros semejantes que no tienen acceso a agua potable, 840 millones mal nutridos, 2.000 millones que carecen de acceso a medicamentos esenciales y que preferimos invertir 5.000 millones de euros en un juguete que nos permite ser Dios. ¡Bienvenidos al circo de la humanidad! En donde la hipocresía reina y puedes observar desde gente muriendo de desnutrición hasta hombres canjeando a otros por su destreza deportiva a cambio de no sé cuantos millones. Sinceramente, en estos momentos entiendo a los misántropos.

viernes, 8 de agosto de 2008

"Todo entra por los ojos"



Desde las 14:00 hasta las 18:00 (hora Madrid) aproximadamente, el mundo entero giró la cabeza hacia oriente, mirando fijamente a Pekín. No voy a negar que los anfitriones hayan mostrado todo su esplendor y que por un momento desee dedicarme a la sinología. Fue una exhibición majestuosa de esta cultura milenaria, que siempre me ha llamado la atención. Nos dejó a todos maravillados y atraídos por el “espíritu olímpico”, que al fin y al cabo era lo que querían conseguir las autoridades chinas. Después de salir de aquel trance de fuegos artificiales, ilusiones ópticas, sincronización perfecta y una pequeña clase de historia de la República oriental me di cuenta que acababa de ser testigo del mayor “paripé” de estos últimos años. Esta tarde he recordado a mi abuela, que cuando limpiaba la casa, escondía el polvo bajo la maravillosa y colorida alfombra del salón. Algunos dirán que porque critico a un evento que saca lo mejor de la humanidad. Primero, no estoy en contra de los Juegos Olímpicos, pues me parecen lo más parecido a una utopía mundial (que nunca existirá). Segundo, la hipocresía de muchos estados y organizaciones es imperdonable. ¿Mientras los discípulos de Confucio hacían su presentación, alguien ha recordado la paliza a los periodistas japoneses, o la muerte de cientos de tibetanos a manos de los chinos? Quisiera escuchar muchas respuestas afirmativas. Pero lo peor es que somos seres que nos dejamos deslumbrar por lo aparente, está en nuestra naturaleza dejarnos llevar por las apariencias. Como dice el refrán, “todo entra por los ojos”. Tal vez pueda que peque en inocencia, pero aun no he llegado a entender como este que todo el mundo se hace el ciego y el sordo. Quisiera ver la reacción de mi amigo Bush si Tíbet fuera el mayor productor de crudo del mundo. Quisiera escuchar la respuesta de los demás países si China no ostentara el auge económico y en el mercado mundial que tiene ahora. Al fin y al cabo todo es un gran negocio (lo sé, la desilusión es grande). Un gran negocio en donde les está prohibido hablar a los huéspedes, donde si dices algo en el ámbito político o religiosos pueden expulsarte del país. Esta es mi esperanza, que alguien de los cientos de valientes que llevan entrenando toda su vida para ganar una medalla, cuando la gane abra su boca y se exprese libremente. Si no, me tocará conformarme con decirlo yo: ¡TÍBET LIBRE! ... si a nadie le importa.

domingo, 3 de agosto de 2008

¿Lnguaj?

“Mxos años dspus, frnt al ploton d fusilamient, l coronl Aurliano Buendia abia d rcordar aqlla tard rmota n q s padr lo llvo a conocr l ielo.”
Puede que este sea el futuro de una obra magistral, escrita en una lengua remota que fue poco a poco borrada de la faz de la Tierra.
Ayer (tal vez demasiado tarde) tras leer una palabras de mi puño y letra me di cuenta de una realidad, una abominación que cometía sin ningún reparo.
Las personas ya no hablamos, ni escribimos ... “chateamos”, inclusive sin un ordenador en nuestras manos.
Lo sé, no es una noticia de última hora ni tampoco tan trascendental como muchos hechos a lo largo de la historia, pero es una realidad y cada día una costumbre en la vida de todos.
Vivimos en una sociedad con un lenguaje sin ortografía, sin gramática, sin lógica, sin remordimiento alguno por pegar un tiro en la cabeza a toda la evolución de siglos o incluso milenios.
Alzas tu mirada y lo único que ves es "Q tl" por aqui o "q t dn" por allá, pero no nos damos cuenta que lo único que aparentamos es que somos puñado de gente estúpida seudocomunicandose con otro puñado de gente estúpida en un protolenguaje más distintivo de trogloditas que de habitantes del siglo XXI. ¿Puede que esa sea la razón? ¿La involución inminente que convertirá nuestra casa en una cueva y nuestra ropa de diseño en pieles sucias y malolientes? No, por lo menos en mi opinión,la humanidad no puede retroceder ni evolucionar (bueno, tecnológicamente y culturalmente ojalá que si...) . Nos encontramos en una continua Edad Media, sin progreso ni mejoras éticas y morales. Llevamos “ haciendo” esto millones de años -demasiados, diría yo- y ahora no nos vamos a poner en marcha atrás.
Trás este burdo análisis de la naturaleza humana de la manera más misantrópica posible y que no viene en nada al tema, lo único que podemos deducir ante este problema que no causa ninguna inquietud a muchos(¡que alguien me lleve la contraria!) es que este “nuevo lenguaje” es un devorador de cultura, tradición y simplemente sentido común. Puede que lo hagamos por pereza a escribir de la manera correcta, tal vez por ahorrar tiempo y dinero (que gastamos en cosas absurdas), por el espíritu de rebelión contra las normas o por la sencilla razón que “Menganito lo hace”, al fin y al cabo...
¿A qien cño l imprta? .